David Lozano: Nueva novela, adaptaciones, actualidad... Y Falete


Esta es una entrevista que David Lozano tuvo la amabilidad de concederme (a pesar lo pesada que fui y que siempre he sido y siempre seré) y que tuvo lugar ayer, 23 de abril de 2013, San Jorge y Día del Libro. Antes de nada, quiero agradecerle una vez más al autor haberme dedicado esa media hora de su tiempo, después de lo cual... ¡A leer!



David Lozano firmando en el stan de la Feria del Libro
¿Qué tiene de atractivo lo siniestro? Por que es un común denominador en tus novelas.
Es verdad que yo voy cambiando, tengo algo de fantasía, algo de realismo, publico algo histórico dentro de unos meses…
Y es cierto que todo tiene como ingrediente común lo inquietante, lo siniestro. Yo creo que desde siempre me ha gustado mucho el género por el atractivo que tiene “el lado oscuro”, lo desconocido. A todos nos gusta experimentar emociones intensas, ¿no? Como cuando uno va a una película de terror, en el fondo va a que le peguen sustos. Y yo creo que eso es una emoción más. El terror es algo que siempre me ha atraído mucho, estéticamente me han atraído esos escenarios con un aire misterioso. Y la emoción que transmiten, es verdad que no son alegres, pero a mí me resultan muy inspiradores, muy evocadores. Creo que por eso me dedico sobre todo al suspense. 

Has dicho que vas a publicar algo histórico.
Dentro de unos meses, sí. De ambientación histórica. No puedo decir mucho más… [ríe]

¿Ni un poco? Una pequeña exclusiva…
[Ríe] Solo puedo decir que se desarrolla en el s.XV. Todavía no puedo contar nada más.

Ahora mismo también estás escribiendo el guión de La Puerta Oscura.
No solo yo, estoy en el equipo de guionistas.

¿Y cómo va el proyecto? Empezó hace unos años pero todavía no se han desvelado demasiados detalles.
Durante un tiempo ha estado, por otras circunstancias, un poco parado; estamos ya de nuevo y llevamos varias versiones del guión, pero todavía no hemos conseguido la definitiva. De todos modos, sí que hemos estado viendo algún escenario, se han diseñado ya algunos personajes, algunas cosas. Es decir, el proyecto sí que sigue en marcha, pero es verdad que todavía no hemos podido decir nada porque hasta que no tengamos el guión cerrado no podemos, a su vez, solucionar el tema del reparto y la dirección; preferimos ser discretos. Pero el proyecto sigue en marcha.

Tú ya empezaste con esta adaptación hace un par de años, pero la verdadera moda ha surgido en este último año y medio, aunque no tanto con obras españolas.
La época de adaptaciones al cine de literatura juvenil está ahora en un momento yo creo que sin precedentes. Hay mucho interés, tanto para cine (historias extranjeras o nacionales, porque fíjate ahora en Javier Ruescas, que acaba de firmar Play con Antena3, o en Blue Jeans) como para series de televisión. Ahora exite como una atención especial hacia la literatura juvenil, así que yo creo que al final, el retraso del proyecto nos puede venir bien.

¿Y a qué crees que se debe el estallido de esta moda?
Hay quien habla de una crisis en los guionistas. Y cuando no hay grandes ideas, empiezas a buscar en lo que ya hay, y han descubierto que en la literatura juvenil hay una gran cantera de historias por explorar. Quizá era un terreno tradicionalmente desatendido en ese ámbito y ahora ya no, quizá sea por eso, porque cada vez cuesta más asistir a planteamientos originales en el cine, por eso yo creo que algo hay de cierto en esa especie de crisis de creatividad de los guionistas, sobre todo los americanos.

La novela transmedia también está de moda. Tú lo hiciste con Cielo Rojo, más tarde Javier Ruescas con Play, por ejemplo.
La ventaja de la narrativa transmedia es que permite vivir la historia de una manera casi “tridimensional”, más completa que la experiencia única del papel. Hay perfiles para todos los tipos, hay quienes les gusta la lectura en papel, y que dicen: “No, esta es la lectura en esencia”; pero yo creo que es muy bonito porque la lectura queda mucho más sólida, y ahora la gente está buscando en muchos casos que la experiencia de leer vaya mucho más allá de recorrer el papel. Quieren rodearse de esa atmósfera. La transmedia te permite escuchar música, ver en la red determinadas cosas, y otros aspectos en los que se está trabajando. Pero yo creo que al final se busca una narrativa mucho más global.

Enlazando con la novela transmedia, ¿cómo afecta a un escritor  de juvenil el fenómeno de los blogs literarios?
Hay un problema y es que, dentro del concepto de blog literario, hay tal cantidad de variantes… desde los más profesionales hasta blogs muy, muy, muy amateurs y muy inexpertos. Yo realmente como autor de juvenil no puedo decir: “¡Estoy súper pendiente de los blogs literarios!” No. Estoy pendiente de aquellos que yo considero que trabajan de una forma profesional y con cierto nivel. En ese sentido sí me parece interesantísimo, porque permite un contacto directo con el lector absolutamente enriquecedor. Para un escritor es un sueño poder comprobar de primera mano cuáles han sido las reacciones, la valoración de una lectura seria, experta, que se da en muchos casos, a pesar de la juventud de los bloggeros… Aunque también leo otras cosas y digo: “Esto no es una reseña”. Es todo muy irregular.  Por eso digo que, en ese sentido, hay que ser prudentes. No cualquier blog, por el hecho de que hable de libros, es un blog válido o un blog bueno.  Yo creo que también en ocasiones hay que ser más exigente con esta tarea, porque valorar un libro es una cosa muy seria y creo que en algunos casos se hace demasiado a la ligera. A cambio, como digo, hay blogs muy buenos y como autor me parece una maravilla, porque los nosotros vamos aprendiendo en cada nueva novela que publicamos, y ahí atender a una buena reseña es muy valioso. Yo creo que tienen que estar ahí, pero insisto: con criterio. No todos valen.

¿Y cuáles son los que consideras profesionales?
Por ejemplo, El Templo de Las Mil Puertas. Evidentemente se nota que hay una organización y una trayectoria, unos títulos ya reseñados… El Templo es una referencia importante. O cuando se inventó La tormenta en un vaso, con todo lo que hacen Care Santos y demás. Hay pntima. Por eso, por mucho que uno quiera ser profesional la lectura no deja de ser una experiencia muy  lo que es reseñar un libáginas muy profesionales, y chapó por ellas. Y eso que debo decir que siempre hay  un riesgo, porque la lectura no deja de ser una experiencia muy íntima. Por eso, por mucho que uno quiera ser profesional, es imposible, porque hay un componente subjetivo y yo, que he sido jurado de premios, lo asumo. No se puede valorar con una objetividad 100% un libro.

Siguiendo con los avances: ¿E-book o papel?
Yo soy defensor del papel. No soy enemigo de la tecnología, tampoco del e-book y demás. Lo encuentro muy práctico, pero la experiencia de leer en casa… a mí dame el papel. Es otra cosa. Además yo creo que el papel fomenta una lectura más atenta y más profunda.

Hay una frase que corre por la red que dice: “Por cada libro que se vende, el distribuidor se compra una camisa, el editor una camiseta, el librero un café y el escritor un chicle”.
No podría confirmar el reparto en esa cadena de valor [rie]. Pero sí que es cierto que el margen que le queda al autor es muy pequeño. Tradicionalmente ha sido así y cuesta mucho cambiar las cosas. No sé si ahora, con lo digital, se conseguirá, pero sí es verdad que ahora el porcentaje para el autor es muy pequeño. Puede oscilar entre el ocho, el diez por ciento, el doce…

Y los recortes actuales en cultura, ¿en qué medida os afectan a los escritores?
Nos afecta primero porque los recortes se traducen en menos ventas, por ejemplo en las bibliotecas. Compraban X libros para sus fondos y ya no pueden. Pero además los escritores tenemos una serie de actividades que completan nuestra profesión literaria, por ejemplo: jurado de premios, charlas, conferencias, talleres… Y todo eso ha sufrido también los recortes. Yo era jurado de premios literarios que ya no existen porque se han quedado sin dotación, y colaboraba como guionista para unas productoras que también han cerrado. Es decir, no solo se han reducido las ventas de libros sino también el resto de nuestras actividades, así que sí, nos afectan mucho.

Como autor de juvenil, ¿qué lees?
Tengo un perfil digamos “de adultos”, porque además de escritor soy lector. Siempre he sido (y en eso no he cambiado) un apasionado dela lectura. Para mí leer tiene una consecuencia profesional, claro, pero yo leo por placer. Y por un lado está mi lectura “de lector” y ahí puedo leer  desde Paul Auster, Muñoz Molina, Stephen King… O sea, absolutamente apartados del género que yo cultivo como escritor. Pero también leo un poco de lo que se está publicando: Los Juegos del Hambre, todo el tema de fantasía, etcétera. Voy un poco cambiando. Últimamente he leído Play, de Javier Ruescas, Geralt de Rivia

¿Cuándo descubres que quieres dedicarse a ser escritor?
El primer descubrimiento que uno hace es que le gusta escribir. La gente habla de “ser escritor”, pero primero tiene que descubrir que le apasiona contar historias, porque yo creo que en fondo esa es la vocación del escritor. Entonces uno se pone a escribir, a leer mucho, sus relatos, sus cuentos… poco a poco hace sus textos más ambiciosos. Lo primero es que lo de escribir te acompañe en la vida: tú estudias o lo que sea (yo por ejemplo hacía Derecho), pero todos los que hemos descubierto la pasión de contar historias además escribíamos. Y luego cuando ya vas avanzando, tienes ambición, ves que quieres cumplir tu sueño y vivir de él, de ser escritor. Claro que habría que ver ¿qué es ser escritor? ¿Es escritor solo quién publica? ¿Es escritor quien escribe? En cualquier caso, lo que sí es legítimo es que quieras vivir de lo que escribes, y para eso tienes que publicar. Yo escribí la primera novela con diecinueve, fue mi comienzo, que se publicó tiempo después, y yo creo que fue durante la carrera cuando me planteé en serio que pudiera publicar e incluso dedicarme a escribir. Pero mi aspiración quizá no era tanto vivir de escribir, me parecía demasiado lejano. Yo me conformaba con tener un trabajo que me permitiese compaginar las dos cosas y dedicarme cada vez más a la escritura.

¿Cuáles crees que son los escritores más prometedores del panorama actual de la literatura juvenil?
¡Uf! Si me obligas a dar nombres… Es una pregunta muy comprometida, nos conocemos todos. Además ¿qué se entiende por prometedor? ¿El que está empezando ahora? ¿El que lleva ya tiempo pero aún no ha despuntado? Es muy relativo.
Como tú lo entiendas. 
Por ejemplo, me parece que Cotrina es un gran escritor. No es un autor que esté empezando, en absoluto, pero no se le ha hecho justicia, aun tiene que “despegar”.. Entonces, en ese sentido, no lo puedo calificar de prometedor porque tiene ya una trayectoria pero… En fin, tendría que pensarlo más.

Una anécdota que te haya sucedido como escritor.
Me han pasado varias [ríe]. Pero por ejemplo: viajando en un tren, frente a mí: una señora sentada leyendo una de mis novelas. Yo, que para eso soy muy pudoroso, bajando la cabeza. Ella, que levanta la vista, me mira, sigue leyendo… Y todo el viaje fue un pulso a ver quién decía algo.

¿Y no le dijiste nada?
Ella se volvía, porque además era Donde surgen las sombras y claro, mi foto está detrás. Me volvió a mirar y hacía como que no, pero claro, es que un vagón… Hasta que al final ella me dijo: “Oye, ¿eres…?”. Y yo: “Sí, soy yo”. Entonces todo el vagón se volvió y nos miró… Fue muy divertido.

Y cierta historia relacionada con Falete que sucedió recientemente…
[Ríe] Bueno, eso fue en un viaje, yo estaba de gira en institutos y colegios y me encontré que, cuando llegué al hotel, en la habitación de al lado sonaban con fuerza coplas de Falete; y empecé a crear una historia por twitter sobre cómo sería la persona que compartía conmigo el hotel, al otro lado de la pared. Fue muy emocionante. Nunca llegué a verle, pero fue tremendo. Y la participación de los twitteros sobre cómo iba a acabar la noche, también. 

Compártelo en Google Plus
    Blogger Comment
    Facebook Comment

1 comentarios: