La verdad de Soraya M.

Anoche vi con mi padre esta película, La verdad de Soraya M. Fue una de las más impactantes (si no la más) que he visto nunca. 

El film trata de una mujer iraní a la que su marido pide el divorcio para poder casarse con una niña de 14 años; ya que no puede mantener a ambas (la ley islámica permite la poligamia, solo en el caso de los hombres, claro; siempre y cuando este pueda mantener a sus esposas). Soraya no accede, pues su marido, Alí, no piensa darle ninguna compensación económica para que ella y sus dos hijas puedan sobrevivir. También tienen dos hijos, de los que Alí su pensaba ocuparse, y a los que ha puesto en contra de su madre. 
Finalmente, Alí denuncia a Soraya por serle infiel con el hombre, recientemente viudo, para el que ella trabaja. Esto no es verdad, pero Alí amenaza al hombre y a su hijo para que declare en contra de Soraya. Ella es condenada al castigo que dicta la sharia o Ley Divina para su "crimen": Muerte por lapidación. 

Este asesinato no es solo un símbolo de la situación en ciertos países de Asia y África. Es una historia REAL, el periodista Freidoune Sahebjam la recogió de labios de Zhara, la tía de Soraya.  Ella existió, fue injustamente acusada y fue apedreada hasta la muerte. 

Y tampoco es "solo" una historia real. Siguen dándose casos de mujeres que son brutalmente asesinadas en circunstancias similares ACTUALMENTE. La rapera afgana Sosan Firooz está amenazada de muerte por cantar en contra de las injusticias de su país. Una joven de 15 años, también afgana, fue decapitada por no querer casarse con su primo. La pakistaní Malala Yousafzai recibió un tiro en la cabeza por parte de un talibán, por defender en su blog el derecho de la mujer a la educación (afortunadamente, Malala se recuperó). Todo esto en 2012. Y así sucede con decenas de mujeres, si no cientos, cuyas historias nunca llegaron a ser recogidas por los medios de comunicación. 

Como es natural, nadie defiende el holocausto nazi, donde se mataba (entre otros muchos) a los judíos  por ser judíos; o los asesinatos de la dictadura de Franco, cuando alguien podía morir por no ser simpatizante del régimen. 

Pues actualmente, igual que los judíos morían por ser judíos, o los republicanos por ser republicanos; están muriendo mujeres por ser eso, mujeres (y no hombres), en países donde aún rige la sharia. ¿Por qué no está todo el mundo igualmente escandalizado, asqueado, indignado, horrorizado por estos crímenes? ¿Cómo permitimos que sigan teniendo lugar? 

Claro que no es cuestión de decir que todos los musulmanes son unos asesinos, porque evidentemente no es para nada cierto. Sería como decir que todos los curas son pederastas. Pero aquellos islamistas que siguen perpetrando estas matanzas, amparando es que están justificadas por la "palabra de Alá"... Una religión que permita el asesinato no es una religión, o al menos no una digna de respeto. O desde luego, no del mío. Pero el asesinato sí que sigue siendo un asesinato. ¿Cómo puede ser esa la ley de ningún Dios?
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