Suerte...

Hace unas semanas me encontré un cuarto de dólar en un bolso de mi madre. Me resultó extraño, porque nadie de mi familia había viajado nunca a Estados Unidos. Cuando se lo dije a mi padre, me dijo que era un amuleto, simplemente. Me gustó pensarlo así. Era medio mágico, tan literario... Un cuarto de dólar de la suerte. Hasta sonaba bien.
El otro día se me ocurrió preguntárselo a mi hermana. Resulta que era suyo, un amigo de la Universidad se lo había dado, de cuando viajó a Estados Unidos. Así pues, ese cuarto de dólar no tenía nada de especial, ni de amuleto ni de suerte.
Esto es simplemente una anécdota, pero,  ¿qué quiero decir con esto? Que la suerte no existe, y lo digo yo, que siempre, contra mi voluntad, me he apoyado en este tipo de cosas. No en llevar una pata de conejo, una herradura o un trébol de cuatro hojas, pero tal vez sí un pasador de mi madre, una pulsera que me regalaron mis amigas... Cosas importantes para mí que me diesen fuerza cuando tenía que superar una prueba. Pero aunque en el fondo siempre lo he sabido, todo eso no sirve para nada. Tampoco esforzarse al máximo es suficiente en muchos casos. Y entonces debes resignarte a ver cómo las oportunidades pasan por delante tuyo, cómo aquello que has estado deseando con  todo tu corazón, que te has esforzado al máximo para conseguir, se desvanece lo suficiente para que no puedas alcanzarlo, pero permanece allí para que, de vez en cuando, te tortures recordando lo que pudiste tener y no tienes, porque a pesar de que diste lo mejor de ti, la decisión no estaba en tus manos, y ahora es demasiado tarde.
Compártelo en Google Plus
    Blogger Comment
    Facebook Comment

3 comentarios:

  1. pero bueno... la k escribe cosas tetricas y deprimentes soy yo!
    arriba el animo! k sabes k por lo menos las pulseras aunk no te den suerte, de mi parte te mandan amor y animos!!!

    ResponderEliminar
  2. y azme un favor y cambia la letra de la pagina k es jorobada de leer... y cuando se tiene una edad ya no se ve bien...

    ResponderEliminar
  3. una edad? yo soy mayor que tu y leo perfetamante, señorita... Zeñoritah! zeñoritah! Encontraron mi nave? Excelente! ^^

    ResponderEliminar