Pushing me away

¿Alguna vez te ha pasado algo importante? Bueno o malo, ¿te ha pasado?

Cuando algo realmente te marca, todo a tu alrededor te habla de ello. Todas las canciones hablan de amor, de rupturas, de muerte o de tiempo pasado que no volverás a recuperar; todas las historias no son más que una mera versión de la tuya propia, y todo lo que sucede en torno a ti no tiene otra razón de ser que recordarte lo que ha ocurrido.

¿Has oído Pushing me Away? Parece que esa canción estuviese escrita para lo que me pasó. O lo que me pasó escrito para ella.

Pushing me away, every last word, every single thing you say.

El timbre sonó indicando que nuestro sufrimiento se interrumpía durante cinco minutos. Esperé sentada en mi pupitre para anotar los deberes en la agenda, y cuando iba a levantarme, oí una voz a mis espaldas.

-Mira, la empollona de tu novia.

No necesitaba darme la vuelta para saber que se trataba de Carlota (Charlie para los “amigos”) una chica tan superficial como celosa. No podía soportar que una chica normal y corriente, como yo, o más bien que alguien que no fuese ella misma, se hubiese quedado con el chico al que le había echado el ojo. Simplemente, era una posibilidad que no contemplaba. Me hubiese levantado para soltarle cuatro frescas de no ser porque sabía que le daría exactamente igual, y que probablemente aprovecharía la situación para poner a todo el mundo en mi contra. Sin embargo, si dejaba que fuese Dan (así se llamaba mi novio) el que le contestase, sería una humillación mucho más eficaz. Puedes llamarlo crueldad, yo lo llamo “Ojo por ojo”

-Deja a la pobre chica de una vez. ¿Qué más te da lo que haga?-preguntó Dan, en uno pasivo que distaba mucho de lo que esperaba de él. Me senté y saqué un cuaderno, fingiendo estar escribiendo algo, pero en realidad les escuchaba atentamente y espiaba su reflejo en la ventana.

-Pero en serio, Dan, ¡mírala! Es el descanso y se pone a hacer deberes. De verdad que no me explico porqué sales con ella.

-Está buena.-contestó solamente. ¿Pero que estaba diciendo?

-¡Ja! Será una broma.

-Pues claro. ¡Pero si es una esmirriada! Cabría en el Imaginarium por la puerta pequeña.- Ambos rieron cruelmente. No podía creerlo. Quería marcharme de allí a toda costa, y al mismo tiempo, deseaba quedarme y escuchar que era lo que realmente Dan pensaba de mí.

-Pero entonces, ¿por qué estás con ella?-preguntó Charlie. Se notaba en cada palabra que disfrutaba con todo aquello que le estaba diciendo Dan. Según su punto de vista. merecía la pena que no haberle conseguido con tal de saber que podía hacer daño a alguien.

-Bueno, ya sabes que soy en único al que chiva en los exámenes.-dijo con picardía.- No quiere que saque malas notas, se preocupa por mí…

Charlie y Dan soltaron una carcajada cruel.

-Pobrecilla… Que manipulador que eres.-sonrió ella, y me miró de nuevo.- ¿Qué estará haciendo? Tal vez una historia para el concurso ese. Vaya una manera de perder el tiempo.

-No, ya la hecho. La verdad es que no me enteré mucho, era un rollo sentimentaloide de eso que solo entiende ella. En realidad, basta con leerlo por encima y decir  “Oh, que bien lo haces, ojalá escribiese como tú, vas a ganar” Y bla bla bla.

Permanecí allí sentada, paralizada, escuchando todas las cosas horribles que aquel en quien había confiado y creía conocer, ese que se había hecho llamar “mi novio” decía de mí. Cada palabra, cada simple gesto se clavaba en mi corazón como un puñal.

Pushing me away, you try to stop me now, but it’s already too late

Quise, llorar, correr, levantarme, gritarle y tirarle todo lo que tuviese a mi alrededor. Quería hacerle tanto daño como él me había hecho a mí. Pero no lo hice. Necesitaba hablar con él, que diese una explicación y que todo fuese como antes, esa explicación que yo no encontraba. Pero ese no era el momento ni el lugar.

Le dije que tenía que comentarle algo, y esperé hasta que todo el mundo hubo salido del aula.

-Bueno, ¿qué era eso de lo que querías hablarme?-preguntó con cariño, y cuando me miró, supe que si me dijese que todo habían sido imaginaciones mías, le hubiese creído.

-Mira, seré breve.-tomé aliento.- no quiero que esto se convierta en un “rollo sentimentaloide que solo entiendo yo”

-Oh.-bajó la cabeza, avergonzado.- Lo has oído.

-Absolutamente todo. ¿Por qué no me dijiste a la cara todo eso? ¡Eres un cobarde! ¿Qué necesidad tenías tú de salir conmigo? ¡Ah, claro! Necesitabas que te chivase en los exámenes. Bueno, pues si tenías esa justificación, entonces ya puedes andar hiriendo los sentimientos de la gente.

-Mira, no lo decía en serio…

-Pues lo parecía.- Dan negó con la cabeza.- Muy bien. ¿Cómo se llamaban los protagonistas de mi historia?

-¿Y como quieres que lo recuerde?.- protestó.

-¡Porque se llamaban como tú y yo!

-Está bien, puede que esa parte fuese cierta pero todo lo demás lo decía para que Charlie me dejase en paz…

-Pues enhorabuena, lo hiciste de maravilla.

-Ana. Créeme, dame otra oportunidad.

-Mira Dan, siento haber acabado con tu chollo tan pronto, pero creo que ya me has usado bastante. –abrió la boca para responder.- Pero ya no podrás hacerlo nunca más, no me importa lo que digas. Ya es demasiado tarde.-dije, y me fui dejándole con la palabra en la boca, porque tuve la certeza de que no podría responder a nada más sin romper a llorar.

Pushing me away, if you really don’t care, then say it to my face.

Me gustaría poder haber dicho “es mejor haberme enterado” pero realmente no sentía que fuese cierto. Hubiese dado lo que fuera por borrar las últimas horas de mi mente, por no haber oído nunca lo que oí, y haber seguido felizmente engañada para siempre, pero eso era tan atrayente como imposible.

-Ey, Dan me he enterado de Ana te ha dejado. Lo siento mucho.-dijo Charlie a mis espaldas, con tono de “estoy más feliz que unas castañuelas” dándole a Dan una palmada en la espalda.- Que escuchó lo que hablamos… Será entrometida… Pero bueno, si fuese realmente tan lista como lo es en clase sabría que no puede aspirar a nada mejor. ¿Tú estás bien?

-Sí, que quieres que te diga. Estuvo bien mientras duró, pero metí la pata. En realidad me da igual.

Sentí que me hervía la sangre, y unas horas más tarde, un impulso me hizo esperar a Dan a la salida, solo para comprobar que era tan mala persona como creía. Era una tonta, aquello era sufrir por sufrir y lo sabía. Pero ya no me importaba nada.

-¡Dan!-exclamé- Dan, espera. Quiero hablar contigo. Creo que ayer saqué las cosas de quicio, y quiero pedirte perdón. ¿Querrías que volviésemos a intentarlo?

-¡Por supuesto! No sabes lo que me alegra oírte decir es…-empezó, pero no pudo terminar la frase, porque mi mano salió disparada hacia su cara. Sonó como un estridente disparo, y todos los que pasaban a nuestro alrededor se pararon a mirarnos, pero me daba igual.- ¿Pero que haces? ¡Estás loca!

-¡Mentiroso de mierda! ¡Hipócrita! Si le dijiste a Charlie que te daba igual, ¿por qué finges ahora? ¿Es que no crees que ya te has aprovechado bastante de mí?

-Mira, Ana, es una chorrada y te lo estás tomando demasiado a pecho…

-¿Perdona? Mira, aléjate de mí, no quiero que me hables, no quiero ni que me mires, ¡no  quiero verte nunca más!

-¿Pero que dices? No seas así…

-Tranquilo Dan, es una chorrada, no te lo tomes muy a pecho.- repliqué con sarcasmo, antes de salir corriendo hecha un mar de lágrimas.

Pushing me away. You push, push, pushing me away

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[1]  Empujándome lejos, a cada palabra, cada cosa que dices.

[2] Empujándome lejos, ahora tratas de detenerme, pero ya es demasiado tarde.

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